Entrevista por Juan Carlos Vásquez
—¿Cómo está siendo la experiencia de trabajar en el Barrio del Carmen?
—Como una absoluta catarsis. Un encuentro
misterioso con el pasado histórico, el presente y el pensamiento futuro,
ya que, desde el primer sueño, de encontrar un lugar auténtico para mi
visión cultural como parte de Araña editorial, me dejé llevar sin medir
las consecuencias de tal atrevimiento. Pandemia, historia ancestral y
presente político corrupto mundialmente; la victoria después de la
derrota de abandonar obligada La bella Araña, en el Paseo de las
Facultades, fue casi mística. Las calles empedradas de siglos atrás, los
museos, los monumentos históricos, el ulular de la gente del barrio, y
los visitantes de otros países, incluso de España, hicieron presencia en
plena pandemia y mostraron su asombro y alegría ante la nueva estética
artística-literaria que ofrecimos. La necesidad de encuentro con las
artes y la cultura, algunos cautivaron mi alma, ya que se ofrecían
abiertos a mi fidelidad a desarrollar mis conocimientos de largos años
atesorados de experiencias culturales, Y… De repente el caos impuesto
culturalmente y económico, se ha convertido en lucha transgresora para
no caer en la trampa, en el espejismo que muestra más un «parque
temático» doblegándose a la política actual de favorecer el turismo
salvador de crisis económicas, que multa al tráfico de vehículos, no de
bicicletas ni otros, como patinetes… desviado el comercio casi en un
100% hacia el consumismo de masas de cosas banales, ajenas a cualquier
deseo cultural, que no sea más que dejarse llevar hacia el fetiche, para
olvidar la sencillez de la naturaleza humana, la lectura, la palabra
comunicadora, la sensibilidad hacia las artes y a la par el abrazo
fraterno… Demoledor… ya que más bien me parece un gueto en construcción.
—¿Crees que después del
menosprecio por parte de las autoridades hay posibilidades? ¿Cuál es tu
apuesta fundamental para el 2022?
—… Menosprecio, triste palabra. Cuesta
pensar que las autoridades sean tan ignorantes como para no proteger un
patrimonio cultural no solo histórico, sino un patrimonio actual que se
ofrece desde personas que han dado prácticamente su vida a fomentar la
cultura, la propia lengua y el idioma valenciano. El sentido humanista,
hacia una ciudad que se revitalizó con proyectos magníficos en los 80,
en los que ya nosotros, creamos una editorial para editar a profesores y
rectores en la Politécnica y Universidad de Valencia y departamentos de
reprografía que ayudaron a los universitarios a crear un movimiento de
cómo hacer llegar sus apuntes de los mejores profesores a los alumnos de
muchas facultades, no solo de Valencia. Muchos emigramos hacia estas
tierras casi adolescentes y que aún seguimos dando nuestro calor y amor
por lo que nos salva, la literatura, las artes. Tú mismo, migrante,
muestras apoyo a mi lucha y con ella el amor incondicional hacia los
autóctonos y a los viajeros, en definitiva, a la cultura… y a cambio se
nos cierran las puertas a portazos, sin meditar… sin valorar, más
fomentando aparte: roles engañosos, ficción…
¿Hay posibilidades?
Mientras existimos, o seamos creativos innatos…
humanos que en verdad viven la vida, la exprimen al máximo y es más la
valoran, habrá alternativas, si ese valor se derrumba quién sabe. No
puedo menos de pensar que cada día paso por encima de acequias y calles
creadas por sociedades que ya mostraban grandes talentos: musulmanes,
cristianos, judíos… desde el siglo XI —olvídate— de esta fecha y piensa
en ti, en este momento… y así pensaras en miles de apuestas de muchos
que amamos la vida, que fuimos salvados de la decadencia social y
cultural por atrevernos a escribir, pintar, bailar, leer… soñar y lo más
increíble: hacer que los libros sean leídos, no solo editados a miles
para engordar egos y economías malsanas. Mi apuesta, confiar en los
valores de las artes y luchar por ellas.
—¿Al tomar esto en cuenta, no
puedo dejar de preguntar si, en este contexto, el término cultural
«cuando se trata de aportes gubernamentales» tiene que tener alguna
connotación política?
—Se me escapa lo de «connotación
política». Indudablemente debe tenerla. Conozco a valencianos de
bastante edad que se quejan de la destrucción de la cultura que se vivía
en Valencia, su Valencia. Especialmente en el barrio de El Carmen. Se
quejan de las franquicias… adiós su vida callejera, sus fallas y casales
más de barrio… sus tiendecitas de todo, su conocerse… sus casas
ancestrales ahora derruidas para hacer apartamentos con fondos buitres
para un turismo de paso, ellos deportados a barrios alejados de sus
raíces; en verdad ni siquiera la playa que yo conocí es tan humana, tan
deliciosa para pasar horas tras hora en los chiringuitos, allí hacíamos
el día entre gentes y restaurantes enormemente cercanos. No sé ni qué
decir, quizás tengo la suerte de poder haber vivido aquella vida incluso
lúdica y sensual.
Parece ser que es imprescindible dar a conocer como
cultura la manipulación comercial y política a través de la economía y
sus necesidades internacionales. Deberíamos de conocer el pensamiento
genealógico de la historia. Otro uso de la historia y sacar la
conclusión sin ocultar bajo una máscara lo que sucede es simplemente una
parodia… o va hacia unas libertades políticas ajenas a la propia
sociedad que se deja llevar cada vez más dócilmente hasta simplemente
supervivir inconscientes.
—En una entrevista que me
concediste hace algún tiempo comentaste el tema de los derechos humanos y
los intereses mercantilistas, pero no es cierto también «y esta es una
opinión muy personal», que los grandes movimientos de vanguardia nunca
ceden ante esos ecosistemas desangelados y corruptos.
—Tienes razón en que nunca cede la
vanguardia, pero también es cierto que las vanguardias mueren o se
defenestran o no nacen, yo no me explico cómo podíamos mi generación
saltarnos todas las reglas y formar movimientos culturales en las
propias universidades para introducir tecnología nueva, movimientos para
el estudio de los distintos idiomas mundiales, o fomentar de continuo
las artes y las letras… Desde niños adquirimos niveles de conocimientos
altos incluso muy superiores a los actuales. ¿Quiénes son las
vanguardias actualmente que no sean franquicias, o que partan de la
nada, ofrezcan sus propios conocimientos creativos innatos, valores
humanistas, desarrollo social y a la vez espiritual o metafísico?
—El editor mantiene un equilibrio
entre lo comercial y lo cultural. No obstante, existen editores que
tratan la literatura como un mero producto, desde el marketing y la
ganancia. Otros, ven su labor como algo netamente artístico. Son estos
últimos (como es tu caso) los que enfrentan más dificultades. Después de
vivir esta última experiencia poco reconfortante, ¿qué conclusiones se
podrían sacar después de «transitar por la cuerda floja»?
—Me has hecho sonreír, supongo que si no
nos cortan la cuerda floja (no creo que se permita de nuestra parte
fácilmente) seguir hasta que podamos ser los mejores malabaristas… tengo
esperanza, lo sé… ¿Sabes? Me consta que la dama literatura volverá a
estar en los lugares adecuados y la rescataremos de las calles o
callejas nocturnas… la buena música, el buen cine, la buena educación,
los valores humanos… siempre existirá un país llamado Utopía… o personas
como tú haciendo preguntas valientes e inteligentes.
—Asumo que entre la proclividad a
la paralización y a simplificar lo cultural el promotor y patrocinador
«estado» se convirtió en rector, pero hablemos de algo maravilloso que
hace tan solo unas semanas acaba de suceder, antes de hacerlo cuéntanos
por favor la génesis de tu libro El perfil de los perros. ¿Cómo se fraguó? ¿Cuál era la percepción inicial y como esta ha variado en el tiempo, si es que lo ha hecho?
—Mira, la sorpresa que me he llevado yo, empeñada en que El perfil de los perros,
ya editado hace once años, fuese leído por medio mundo de hermanos
artistas y culturas internacionales que ahora se estrena como obra
teatral en un teatro rescatado del olvido: el Montalvo.
Querido Juan Carlos, esa, debe de ser la apuesta, ser quienes somos,
seamos más primitivos y aullemos cada día más, no solo como perros si no
como humanos libres y justos… esas sociedades ancestrales que
deberíamos volver a estudiar.
Aún cuando explico lo que sentí viendo el estreno de El perfil de los perros,
se me eriza la piel, siento escalofríos… la espalda se hace flexible y
se arquea, jamás podría explicar y ser entendida, como después de
fallecer ADARES, tardé diez años en
recibir un soplo creativo y escribir un «grito». Lo que nació fue la
idea de un genio poeta, ADARES, que me implicó, no sé si
conscientemente, en crear junto a él un poemario… lo que siguió, fue
desolación por su fallecimiento, y lo que creo se fraguó, fue ser
consciente de que debía de convertirme en perra, animal primitivo y
gritar y volver a nacer como tal… hacer una crítica real —aunque fuese
dolorosa— de lo que entonces vivía como persona. Simplemente por respeto
a él…
—¿Qué es lo que más te costó a la hora de escribir?
—¿Costar? No sé, ¿sentir? Vivía cada
palabra como única, descomponer mi mente era locura… sentir en mi cuerpo
la rabia, el aullido del lobo… palpar el amor visceral, erótico, sin
nombre impuesto, descubrir de forma primitiva el daño que nos hacemos
los humanos, ya seamos hombres o mujeres, las miserias políticas, las
guerras malditas… aquellos años vivía desdoblada y no censuré nada
mientras escribía.
Me lancé al precipicio creativo sin más… la percepción
de ser otra persona, la sentí de inmediato. Pude sobrevivir y seguir
creando, escribiendo, pintando abiertamente. Nací de nuevo.

—Madrid, la presentación, ¿cuándo y cómo surge la posibilidad de escenificar El perfil de los perros?
—Surge… Cecilia Anahí y yo lo hablamos…
Ella conocía mis obras, a través de Araña editorial. Me pidió hacer una
prueba y la hice dócilmente y me dijo de inmediato después de su
increíble trato escénico: «Es tuyo el papel» …Y … Dejé que sucediese de
forma sencilla, como si estuviese jugando a hacer el teatro que ya
imaginaba de niña. Ella dramatizó para su Montalvo mi historia y yo
después me negué a hacer el papel… ¡Me rompería en pedazos! Cecilia
Anahí ocupa mi lugar… no hay explicación, supongo que ella tiene la suya
yo solo seguí el «camino muy estrecho» que era la explicación al título
que me dio mi maestro Adares.
El sábado 9 y el domingo 10 de julio fue la primera
presentación. El ambiente que se genera en el teatro Montalvo es muy
especial… incluso los que van a ver la obra parecen protagonistas; el
entusiasmo se nota a raudales. Nada protocolario si no integrados en el
ambigú como si alguien mágico estuviese explicando lo que iba a suceder.
De inmediato ¡sucedió! Una explosión de energía psicodélica parecía
manejar todo, los actores, el decorado, incluso el silencio eran lo que
yo había vivido escribiendo y después llegaron los aplausos, los
silbidos, los bravos, los gritos… hacia mucho que no estaba en un lugar
tan vital, esencial, natural.
Día 10… lo pasamos en el ambigú con un grupo de música y el Perfil de los perros
librito, junto al baterista… y la siguiente función ya estaba poseída
por el misterio… Volvieron las perras, el perro, los aullidos de las
lobas… Cecilia Anahí sensual… enorme actriz, el macho, el amo… tirando
del cordel atado a los cuellos de las perras… a demostrar que algo se
está haciendo mal, utilizando políticas falsas que oscurecen la
comunicación natural, entre hombres y mujeres. Utilizar la política de
una manera irresponsable, crea aún más violencia….
Pensar en la presentación, es sentir como que una
fuerza enorme me elevase hasta la Tundra donde habitan los lobos, cierro
los ojos y mi piel se eriza… Pierdo el miedo a mostrar algo que siento y
reclamo que debemos seguir creando cultura y no destruyéndola.
—¿Qué te llevas de esta experiencia?
—Lágrimas…, catarsis, asombro…
desdoblamiento corporal, incluso no podía creer como mío, lo que
escuchaba, las palabras convertidas en acción… como si una gran
llamarada me estuviera salvando de un mundo mediocre, anodino… y me
elevase a un Parnaso donde dialogar abierta en canal, y sin
despreciarme, sin sentir más que la libertad de existir, eso, la
libertad de expresión gracias a los actores, geniales como actuaron, tan
naturales, tan primitivos. Tenían tanta fuerza. Jamás había visto en
obras de teatro, la desnudez de mostrar la violencia de género… la
verdad natural no impuesta, me sentí agradecida de que hubieran sentido
lo que yo, viviendo una vida extrema, dañina… y después el público…
Créeme que cuando estábamos dando las gracias desde el escenario, me
llamó la atención, un niño de tres años, daba saltos y aplaudía feliz,
increíble momento. Su padre será un futuro escritor de Araña editorial.
Fue un regalo asistir a algo que nos une al espíritu y
nos da calidez al alma y además aprender cómo podemos crear, enseñar a
humanos sin prejuicios a través del Teatro… la literatura, la poesía.
Creo que va mucho más allá de lo que podemos imaginar o desear.
—Ciclos se abren, se cierran, se
vuelven a abrir. Quizá hay que llegar al límite para reiniciar algo de
lo que aún no estamos conscientes. Ahora, y ya para finalizar. En
estos últimos años qué has leído, qué has descubierto (algún autor)
hasta el límite de impactarte. Regálanos unas últimas palabras sobre
cualquier tema que te interese… una confesión, un deseo, una
recomendación, lo primero que te venga a la mente.
—Es curiosa esta pregunta. Yo sí creo
haber llegado al límite y por eso me ha dado por leer libros que tenía
guardados para cuando llegase este momento y poder retomarlos… Son
muchos los últimos leídos, quizás vas a sonreír sobre los actuales:
La naturaleza de las cosas, de Lucrecio. Qué es verdaderamente el estructuralismo, de Gianni Puglisi. Qué ha dicho verdaderamente Berkeley, de M. Manlio Rossi. Poesía y prosa literaria, Gérard de Nerval (estoy con él ahora). Los claros del bosque, de María Zambrano.
Hanah Arendt, tengo previsto leerla. Siempre a Friedrich Nietzsche o lo que digan sobre su filosofía…
Algunos más, siempre toco los libros y los miro, con ello me conformo.
No pienses que los leo de un tirón… indago en su página, curioseo y me gusta que me lleven a sus tierras pasadas
Sí que he descubierto en estos últimos años en
especial a un autor que me complace leer: Jacques Derrida, y que me
ayudó a entenderme, cuando escribí El perfil de los perros, a través de uno de su libro Espolones.
Este libro me lo recomendó Andrés Alonso Martos (filósofo) que tuvo la
gentileza de hacer la sinopsis de mi libro, ahora obra teatral.
Actualmente estoy leyendo a varios autores para Araña editorial. Dos
americanos, uno español, dos venezolanos y varias mujeres. Espero que
estos nuevos retos se hagan realidad.
Una confesión… huir de la ciudad, odio los proyectos
mediáticos para turistas… la hipocresía política, la ciudad
desculturizada aún siendo ejemplo de historia ancestral.
Me cautivó Cercedilla-Madrid. El teatro Montalvo.
¿Un deseo?
Sacar la nueva edición ampliada de PUI MIC.
Me gustaría ser editada de nuevo en Araña editorial, cuentos y poemas escritos en La habitación roja.
2019-2022. Enamorarme, renacer en el viento salvaje de la vida, crear
una casa para artistas lejos de la ciudad, llenarla de arte y poner mis
alfombras de Hamadan (Persia), visitar algún desierto… jugar con los
niños juegos creativos.
No sé Juan Carlos ¿Qué os recomiendo? Cualquiera de mis deseos…. O simplemente la belleza. Buscadla.

Julia de la Rúa
es una escritora, poeta y acuarelista salmantina, que vive desde hace
años en Valencia. Considerada una de las artistas plásticas más
interesantes de hoy en día. Sus acuarelas, con colores libres y sueltos,
son —como ha dicho el profesor de literatura y lengua francesa Rachid
El Marjani— una interactividad continua entre lo vivido, su vida y los
demás, lo real y lo imaginativo, lo artístico y lo creativo. Como
escritora, se caracteriza por la libertad en la expresión de los temas y
su trasgresión a la hora de fusionar los géneros literarios clásicos. A
finales de los años 70 comienza en el mundo de la edición y la
imprenta. Primero en la Editorial Rubio Esteban, donde, desde su
departamento de reprografía, editaba e imprimía textos, libros, manuales
y demás publicaciones para la Universidad de Valencia, la Universidad
Jaime I de Castellón, la Universidad de Murcia y la Universidad
Politécnica de Valencia. En 1987 fundó el International Lenguage Center,
un centro cultural dedicado a la enseñanza de idiomas, dirección de
empresa y didáctica. Desde esa plataforma dedicada a sus alumnos y a las
nuevas generaciones, Julia de la Rúa lideró la proyección social del
arte en la ciudad de Valencia. Como escritora y artista plástica, ha
trabajado —y sigue trabajando— por la difusión de las artes y la
literatura, tanto las suyas —sus poemarios, sus acuarelas— como las de
los demás. Por eso, en 1999 obtuvo el reconocimiento y la entrega de una
mención de honor por su labor cultural y de fomento al arte del grupo
«Alba y Camino. Colectivo poético literario musical Internacional» de
Madrid. Julia de la Rúa también ha colaborado con diversas revistas
culturales (Alba poesía, Camino literatura, El Jardín,
etc.), en blog poéticos y pictóricos o con el grupo de música étnica,
de teatro El baúl. Junto con la labor del creativo Enrique de la Rúa,
hasta la actualidad han editado más de 300 títulos de novela, poesía,
relatos, diarios, etc. Araña editorial es más que una empresa de
publicaciones, más que una oportunidad para los jóvenes o incipientes
escritores, pues incluye dentro de sus actividades exposiciones de
pintura nacionales e internacionales y proyectos solidarios, entre ellos
el Tesoro de las semillas (https://www.youtube.com/watch?v=S7PEYKw8V5o&ab_channel=SANTIAGOJARA), y la canción con música de Santiago Jara…
🖥️ Libros de Julia de la Rua ▫ FB ▫ Araña Editorial
📩 pedidos@aranyaeditorial.com ▫ Obra literaria y pictórica, reseñas.
👀 Leer otra entrevista a Julia de la Rúa


Juan Carlos Vásquez (Valencia, Venezuela, 1972). Autor de Vulnerables (Ed. Filatel, 2019), Ward’s Island, Reflexiones nocturnas y otras consideraciones, del poemario Colapso. Poesía reunida
(1999-2021). Media EU S.à r.l.. Ha obtenido diversos premios por su
obra narrativa y poética. Ha sido incluido en diversas antologías
literarias en México, Perú, Chile, Estados Unidos y España. Integrante
del grupo cultural Spanic Attack (Nueva York, 2004). Sus poemas y
relatos han aparecido en distintas publicaciones literarias, digitales e
impresas, europeas e hispanoamericanas, tales como Barcelona Review, Babab, Diario La Razón, Diario el Impulso, Almiar (Margen Cero), El coloquio de los perros, Canibaal, Casa Bukowski Internacional
«proyecto multiplataforma de literatura, cine, artes y ciencias», entre
otras. Vásquez se trasladó a la Florida en 1999. Desde entonces ha
vivido en Tampa Bay, San Francisco, Nueva York y otras ciudades de
Estados Unidos y España. Actualmente reside en Barcelona.
🖥️ https://bit.ly/juancarlosvásquez
📩 jcvasquezf [at] gmail {dot} com
🖼️ Ilustraciones: Todas las imágenes han sido remitidas por el autor y la protagonista de esta entrevista. © de sus autores.

Artículos y reportajes en Margen Cero
Revista Almiar · n.º 124 · septiembre-octubre de 2022 · MARGEN CERO™
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Gracias a Juan Carlos Vasquez y a la revista ALMIAR por difundir mis palabras. Libertad de expresión,amistad y valores se unen para mostrar sentimientos que parten de los mejores deseos para la continuación de las ARTES ,LITERATURA, POESÍA y una CULTURA humanista.
SALUD.
Julia De la Rúa
Gracias a ti, Julia, y a Juan Carlos por vuestra destacada participación. Es una alegría para mí compartir vuestro trabajo. Un saludo afectuoso,
Pedro Martínez